Neumann TLM 102 – Análisis

El TLM 102 tiene un condensador rediseñado que está optimizado para su uso en una amplia gama de instrumentos y puede soportar niveles de presión sonora de hasta 144 dB.

Su diseño polar cardioide tiene un rango de frecuencia de unos 6 kHz y un pico de presencia de sólo una octava. Con un soporte SG 2, el micrófono se presenta en una sola caja. El soporte de choque TLM 102 Neumann también puede utilizarse junto con el soporte de choque EA 1 Neumann

Diseño

El TLM 102 fue mi primera elección para grabar guitarra acústica. Si el TLM 102 se instalaba donde el mástil se une al cuerpo de una Martin D-15, el resultado era un sonido rico y natural.

En concreto, según el manual del TLM-102, por debajo de 20 Hz la sensibilidad del micrófono disminuye, lo que lo hace susceptible al viento y al ruido estructural.

El micrófono captó ruidos de pisadas a través del soporte del micrófono, y se utilizó la montura convencional para confirmar las adquisiciones de sonido (al incluir una montura antivibratoria, el problema se resolvió).

El largo tiempo de reacción del TLM 102 puede agravar el efecto de proximidad del micrófono: si se coloca el micrófono cerca del orificio de sonido, el resultado puede ser muy estruendoso.

El TLM 102 no incluye un filtro de paso alto, lo cual es una lástima ya que es una característica esencial a tener en cuenta si el filtro de paso alto está en el preamplificador o en la estación de trabajo de audio digital.

Cuando se utiliza en voces masculinas, el TLM 102 potencia los medios graves y da a la voz un timbre rico y profundo que sobresale de la mezcla cuando se mezcla. Esta característica no aparece en el gráfico de respuesta en frecuencia, lo que indica que el efecto de proximidad es la fuente más probable de esta característica, que puede reducirse alejando al vocalista unos 25 cm del micrófono.

Estas características dan a la vocalista un sonido suave y «vintage», similar a lo que yo esperaría de una cinta: personal y detallado, ideal para las cantantes de jazz, pero diametralmente opuesto al sonido brillante y delgado que escuchamos de las cantantes/compositoras en muchas grabaciones pop de hoy en día.

Utilizando un par de TLM 102, un piano de cola Yamaha obtuvo un sonido estéreo sólido. Aunque este instrumento tenía un tono central profundo de fondo, habría sido más apropiado para una grabación de un piano solista. El ruido de los pedales se captó a través de la extensión de las bajas frecuencias de los micrófonos, lo que permitió utilizar unos pocos dB a 150 o 200 Hz para mezclarlo.

También coloqué el par delante de una batería para que sirviera de micrófono de ambiente durante la actuación. En este caso, se obtuvo un sonido claro y potente del bombo y la caja. El equilibrio general del kit era «genial», y no tenía una cantidad excesiva de colores vivos o patrones.

Después de terminar el TLM 102 con un bombo, me sorprendió el resultado (a unos cinco centímetros del borde, apuntando hacia el centro de la cabeza). A pesar de no ser fino ni duro, captó perfectamente el «thwack» del tambor.

Hubo muy poca fuga del Hi-Hat, pero hubo una cantidad significativa de derrame de la pierna del pateador. Las fugas fuera del eje parecen ser toleradas mejor por el TLM 102 que por otros micrófonos que he probado. Es realmente más directo que las reducciones de frecuencia cuando se trata de la respuesta polar del TLM 102. (lo cual no es inusual para un micrófono cardioide).